Despues de saltar por los diferentes canales de television y escuchar palabras vacias, esteriles, groseras, huecas, ordinarias… y me quedan muchos mas sinonimos para calificar lo que se escucha en la television argentina; pero, de pronto aparece la imagen serena y exquisita de un hombre llamado Kovadloff.
Solo mirarlo enriquece, no es necesario que hable. Sus silencios son exquisitos. Su imagen ya es un balsamo en el torbellino de basura verbal que taladra mi entendimiento.
Santiago Kovadloff es imprescindible en el mundo de las palabras. Sii no hubiera nacido, el mundo deberia haberlo inventado para ocupar el lugar que ocupa.
Lo escucho y siento envidia sana, no se si esta bien dicho, la envidia por si sola es una enfermedad por lo que no podriamos tener envidia sana, pero el lector me entiende. Es lo que siento. Por Santiago y por otros dueños de la palabra maravillosa, usada en todo su esplendor.
Vaya este pequeño homenaje a una persona que tiene el don de enriquecer al que lo escucha, que tiene la magia de del buen decir, como en los viejos tiempos donde se valoraba la riqueza de la lengua madre.
Mi admiracion estimado Santiago, tal vez si un dia pudiera compartir un cafe y escucharlo, podria decir que he recibido un regalo de la vida.
mariaValente